
¡Qué maravillosa sensación me ha dejado la visita a Down Coruña!
De la mano de su presidente, Manuel Álvarez Esmorís, recorrí las instalaciones de las que goza la asociación en Pedralonga. Él me contó que fue el empeño del ex alcalde Carlos Negreira el que consiguió que una antigua escuela unitaria se transformase en el actual recinto, perfecto para acoger todas las actividades que se llevan a cabo desde hace ya casi 20 años. Y ahora, de la mano de la nueva Corporación espera sacar adelante un proyecto que, estoy segura, será todo un éxito y ejemplo de plena integración. Desde luego el apoyo de Cs lo van a tener. (Hasta aquí puedo contar).
Su máxima es que la integración se construya día a día, paso a paso y hecho a hecho. Y en ello están desde el año 2000, cuando empezaron su andadura con 19 familias. Son ahora mismo 103 chicos y sus familias los que encuentran en Down Coruña todo lo necesario para normalizar su vida.
«La filosofía que inspira el quehacer de Down Coruña se fundamenta en la firme convicción de que las personas con síndrome de Down tienen, como cualquier otra persona, su sitio en la sociedad y en la seguridad de que pueden prosperar y acomodarse a él, si somos capaces de ofrecerles apoyos eficaces para conseguirlo», me cuenta Manuel Álvarez.
La plena integración social y laboral de los chicos y chicas es el gran reto de Down Coruña. Para ello, realizan programas, prestan servicios, estudian proyectos y ponen en funcionamiento planes de actuación por medio de su equipo de profesionales y voluntarios.
Gracias a Down Coruña por hacer posible la positividad, la normalidad y la igualdad.