
Confieso mi debilidad por el fútbol modesto, el más noble, el más agradecido, al menos a nivel personal. Son muchos los esfuerzos y sacrificios que hacen los clubs para poder sobrevivir, por eso no he dudado ni un minuto en aceptar la invitación del Relámpago SD Elviña para acudir a su fiesta por el 75 Aniversario.
El espíritu que envolvía el ambiente en la plaza era el fiel reflejo de lo que es este grupo de gente que consigue, con la excusa del fútbol, la unión de un barrio y de todas sus generaciones. Fue especialmente emocionante el momento del recuerdo a Manuel Quintana, un hombre que lo fue todo en el club durante los más de 50 años que le dedicó al relámpago SD. «Manuel Quintana siempre en el corazón».
Con Manuel Quintana en la presidencia habían alcanzado la PrimeraRegional. En la actualidad están en Segunda, categoría desde la que seguirán dedicando sus triunfos a su fiel afición y a su barrio, el barrio de Elviña que no se entendería sin la energía que proporciona el Relámpago SD.
Gracias por vuestra invitación. Iré con gusto algún miércoles en los que organizan una churrascada y mantienen vivo ese espíritu de barrio, ese espíritu que da vida a las ciudades.