Mejorar tus habilidades comunicativas es esencial para tener éxito en el trabajo y también en las relaciones personales. ¿Te cuesta expresarte con claridad, te pones nervioso al hablar en público o no eres de los que escuchas activamente? No te preocupes, todo se aprende.
Aquí vas a encontrar unos sencillos pasos para mejorar tus habilidades comunicativas y convertirte en un mejor comunicador. Desde ejercicios para mejorar la claridad al hablar hasta consejos para una escucha activa. Técnicas que pueden ayudarte a conectar mejor con los demás.
¿Por qué son importantes las habilidades comunicativas?
Las habilidades comunicativas son esenciales para triunfar en la vida, ya sea en el trabajo o en las relaciones personales. Sin ellas es más difícil conectarse con los demás, expresar ideas hacerse entender, resolver problemas o alcanzar objetivos. Creo, sinceramente, que merece la pena cultivarlas para entender mejor. alos demás y hacernos entender.
— Claridad. Para comunicarte con eficacia, debes expresarte con claridad. O lo que es lo mismo: organizar tus pensamientos, elegir las palabras adecuadas y hablar de manera concisa y coherente. La claridad propicia que tus ideas se entiendan fácilmente y no haya lugar a malentendidos ni confusión.
— Escucha activa. La comunicación es un proceso de ida y vuelta. Es tan importante escuchar como hablar. La escucha activa demuestra que estás prestando atención y te interesa lo que te están contando. Pregunta, repite lo que ha dicho tu interlocutor para confirmar que lo has entendido para poder responder de manera apropiada.
— Empatía. Una palabra que me encanta. Para comunicarte de manera efectiva, debes mostrar empatía, ponerte en el lugar del otro y tratar de ver las cosas desde su perspectiva. Al expresar empatía, conectas emocionalmente, ganas la confianza de los demás y tus mensajes son mejor recibidos. La empatía es clave para una comunicación positiva y unas relaciones armoniosas.
Identifica tus puntos débiles en la comunicación
Es fundamental identificar en qué áreas necesitamos fortalecernos para mejorar. Una vez que reconozcas tus puntos débiles podrás desarrollar un plan de acción específico para mejorarlos.
— Escucha activa. Es un problema más común del que podríamos imaginar. No escuchamos con atención y así es más fácil perderse. La escucha activa requiere concentrarse en el que está hablando, hacer preguntas y comentarios para demostrar que estás entendiendo el mensaje. Puedes practicar la escucha activa haciendo preguntas de seguimiento y resumiendo lo que dice el otro para confirmar tu comprensión.
— Comunicación no verbal. El lenguaje corporal, unido al tono de voz, envía mensajes muy poderosos. Asegúrate de que tu postura, contacto visual, gestos y entonación reflejan interés y entusiasmo. Sonríe (si el tema lo permite), mira a los ojos de tu interlocutor, inclínate hacia el hablante y asiente para mostrar que estás en la conversación.
— Concisión. Si tienes problemas para expresar ideas de manera breve y directa, ,o mjeor es practicar eliminando palabras innecesarias y yendo directamente al grano. Enfoca tu mensaje y evita divagar o repetirte. Con práctica y esfuerzo consciente se pueden mejorar las habilidades comunicativas, sin duda.
Consejos para mejorar la escucha activa
Volvemos con la escucha activa porque es clave para una buena comunicación. Cuando alguien te habla, céntrate en su mensaje, mírale a los ojos, evita distracciones (como el teléfono). Demuestra que le estás prestando atención total, te ayudará a captar las ideas importantes y detectar el tono emocional de la conversación.
Si necesitas una aclaración o quieres una explicación más detallada, no dudes en hacer preguntas. De hecho, las preguntas muestran tu interés y ayudan a evitar malentendidos. Eso sí, espera a que la persona haya terminado de hablar antes de preguntar.
Otra técnica es repetir con tus propias palabras lo que te acaban de decir para confirmar que has entendido correctamente. Por ejemplo, puedes decir algo así como; «Si entiendo bien, estás diciendo que…». Esto aclara cualquier confusión y le permite. ala otra persona confirmar o corregir lo que has entendido.
Una vez escuchado y comprendido el mensaje, responde para continuar la conversación. Puedes comentar sobre los puntos que consideres más importantes o compartir experiencias similares. Siempre en tono cortés, constructivo y mostrando interés en el tema y en tu interlocutor.
¿Cómo hacer preguntas efectivas?
Hacer preguntas efectivas es una habilidad crucial para mejorar la comunicación. Al hacer preguntas bien pensadas puedes obtener información valiosa, entender mejor las perspectivas de los demás y construir conexiones más profundas. Como dice un gran amigo mío: «las preguntas dan mucha información».
— Preguntas abiertas. Las preguntas abiertas invitan a una discusión más profunda la pedir al interlocutor que proporcione una respuesta detallada. Comienza tus preguntas con «cómo», «por qué» o «qué». Ejemplo: en vez de pregunta «¿Te gusta tu trabajo?», pregunta «¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?».
— Preguntas de seguimiento. Tras las preguntas abiertas continúa con preguntas de seguimiento para demostrar que estás escuchando activamente y te interesa la conversación. Puedes decir algo así como «Eso es muy interesante. Cuéntame más sobre esto». O repite parte de la respuesta de la persona en forma de pregunta para obtener más detalles.
— Preguntas de clarificación. Si en algún momento te sientes confundido o crees que falta información, no dudes en hacer preguntas de clarificación. Algo así como «Perdón, quiero asegurarme de entenderte correctamente. ¿Podrías explicarme más sobre este punto? Mantendrás la fluidez de la conversación y evitarás malentendidos.
Y siempre, demuestra interés verdadero con un lenguaje corporal y un tono de voz que te refuercen.
Practica tus habilidades con regularidad
Con la práctica de este tipo de preguntas mejorarás notablemente tus habilidades comunicativas. Una de las mejores formas de hacerlo es revisando tus habilidades de expresión oral. Graba algunos de tus diálogos o presentaciones en vídeo y revísalos. Identifica áreas que podrían mejorar, como el contacto visual, hablar con confianza y claridad o gesticular de forma natural. Luego practica y trabaja estos aspectos.
Otra buena manera de ejercitar las habilidades es participando en debates. Busca oportunidades para involucrarte en conversaciones sobre temas que te interesen, escucha, pregunta y comparte tus ideas. Al hacerlo cogerás fluidez, aprenderás a pensar rápidamente, a comunicar tus ideas con claridad y considerar puntos de vista diferentes.
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Mónica Martínez 